Por: Gabriela Jiménez Ramírez
Durante años, se ha tratado de explicar que nuestra especie desciende de un linaje rectilíneo, donde cada hallazgo nos lleva hacia el Homo sapiens, sin embargo; un grupo de paleontólogos descubrió una nueva especie de australopiteco en la región de Afar, en Etiopía, evidenciando que la evolución humana puede ser más compleja y estar marcada por la coexistencia de múltiples especies, no solo del homo.
Según lo publicado en el diario El País de España, estas investigaciones comenzaron en 2018, cuando el buscador de fósiles Omar Abdulla y la paleoantropóloga Kaye Reed, de la Universidad Estatal de Arizona, hallaron de manera casi fortuita mientras recorrían las tierras áridas de Afar, unos dientes fosilizados en un terreno de hace más de 2,6 millones de años.
Este hallazgo dio paso a la revelación sobre una especie desconocida de australopiteco la cual, según los estudios recientes publicados en la revista Nature, coexistió en el mismo periodo temporal y geográfico que los primeros humanos.
Los dientes encontrados por Abdulla y su equipo, que estaban junto a 10 dientes pertenecientes a australopitecos, mostraban características morfológicas inusuales, que no encajaban con ninguna de las especies conocidas. Es más, para determinar de qué especie provenía, se analizaron los materiales fósiles comparativos de todas especies del género Australopithecus; homínidos extintos que vivieron en África durante el Plioceno y Pleistoceno temprano.
Aunque al principio se pensó que podían pertenecer a los Australopithecus garhi, una especie conocida que vivió en la región, los dientes resultaron ser distintos, por lo que la única hipótesis que se manejó fue la de una nueva especie de australopiteco.
A pesar de que este sería un gran descubrimiento para conocer más sobre el origen del ser humano, no está exento de controversia. Tim White, un experto paleontólogo que participó en 1974 en el descubrimiento de Lucy, un esqueleto casi completo de un Australopithecus afarensis; manifestó que los resultados no son convicentes.
De acuerdo con lo que reseña el portal español, White sostiene que estos dientes podrían ser una evolución dentro de Australopithecus afarensis, la misma especie de Lucy, y que se trata de una interpretación errónea, abriendo el debate sobre las variaciones morfológicas de las especies humanas.
Este argumento de White se suma a las presentadas por las investigadoras del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), como otros paleoantropólogos, quienes consideran que aún es prematuro llegar a una conclusión definitiva, dado que los dientes aislados no muestran suficientes características únicas para justificar el reclamo de una nueva especie.
Este hallazgo deja en evidencia que la evolución no es un proceso lineal, sino más bien un campo de experimentos biológicos, donde su historia pasa por una fase de adaptación, competencia y, en muchos casos, extinción.
El codirector del Instituto de Evolución en África asociado a la Universidad de Alcalá, Manuel Domínguez Rodrigo, nos invita a reflexionar sobre este proceso de evolución, recordando que solo dos linajes sobrevivieron al paso del tiempo: el Homo y el Paranthropus, mientras que otros, como los Australopithecus y los Kenyanthropus se extinguieron.



