A lo largo de la historia han avanzado los estudios en virología, caracterizando biológicamente, bioquímicamente y de manera molecular, el código genético de los virus. En ese sentido, científicos de la Fundación Instituto de Estudios Avanzados (IDEA), utilizan marcadores moleculares para la detección de virus de ADN y ARN.
“El diagnóstico molecular fitopatógeno, se basa en conocer cuáles son los patógenos que atacan a un cultivo determinado y cuáles son de importancia”, aseguró Ezequiel Rangel, investigador de la Dirección de Agricultura y Soberanía Alimentaria adscrita al laboratorio de Biología Molecular del IDEA.
Rangel señaló que en cada país existe una organización nacional de protección fitosanitaria. “En nuestro caso es el Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (INSAI), dicha organización es la que tiene la capacidad fiscal para regular, otorgar permisos y supervisar el proceso”, la cual se desprende de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria, señaló Rangel.
Explicó que el INSAI categoriza a las plagas en “cuarentenarias y las no cuarentenarias reguladas, las cuales producen daños muy importantes; para ellas se dedica la mayor prioridad porque actualmente producen problemas en cultivos a nivel mundial. En el caso de organismos que tienen ADN, está la bacteria que causa el Huanglongbing (HLB) en cítricos y otros organismos que causan problemas en todas las especies de musáceas comestibles, conocidas como el cambur, plátano, topocho entre otras”.
El investigador señala que “el Diagnóstico Molecular de Fitopatógenos está basado en una técnica que utiliza fragmentos del código genético de cada individuo, que ha sido caracterizado previamente para el cual se desarrollan algunas moléculas que se llaman cebadores o iniciadores y que, en una reacción, dependiendo del código genético se llaman PCR”.
A través de la PCR, se pueden identificar diferentes patógenos como Fusarium ocysporum raza 4 (Foc R4T) un hongo que afecta a las musáceas (cambures, plátanos, entre otros).
Ciencia y tecnología para los sectores productivos del país
El investigador comentó que cada “especie animal, de plantas, virus, hongos, bacterias y de cualquier organismo vivo, tiene su código genético, en este caso, hay virus que tienen ARN y ADN. Los de ARN tienen que ser tratados de manera especial, hay que tener una serie de precauciones y equipamientos en reactivos, logística y buena práctica de laboratorio para asegurar que lo que se haga sea confiable”, remarcó.
El también Ingeniero Agrónomo, dijo que en Venezuela se detectó en la década de los 80 el virus de la tristeza de los cítricos, “un virus de código genético ARN que ocasionó la pérdida de aproximadamente seis millones de árboles de cítricos”.
Rangel comentó que en esa época no existían los marcadores moleculares “pero se comenzó a manejar a nivel mundial este tipo de tecnologías y actualmente se incorporan en los procesos científicos de manera rutinaria”.
Explicó que desde el Laboratorio de Biología Molecular, se encuentran desarrollando proyectos adecuados que les permita fabricar estuches para el diagnóstico molecular de cualquier enfermedad “porque se cuenta con la tecnología necesaria” que son importantes para el desarrollo productivo del país y constituye un impulso para la independencia científica y tecnológica que promueve el Gobierno Nacional.
Vigilancia genómica
“El concepto de vigilancia genómica, es una combinación de vigilancia fitosanitaria que utiliza la genómica como herramienta para caracterizar mejor el movimiento de algún patógeno en el ambiente”, dijo Rangel.
Señaló que este sistema utiliza herramientas de Biología Molecular “para identificar mutaciones en los patógenos que están en un determinado ecosistema, ya se animal, vegetal o humano y definir cuales son las características del patógeno para tomar decisiones que impliquen o que tengan impacto en la salud pública”.
Para el caso de la epidemiología humana, la vigilancia genómica se utiliza para detectar en la población humana de pacientes con Covid-19 mediante técnicas de secuenciación del código genético del virus a través de la técnica de PCR, explicó.
Este mecanismo, permitió a las autoridades de salud venezolanas, identificar las mutaciones de determinados cuadros sintomáticos de los pacientes detectados con Covid-19.
Actualmente, Venezuela forma parte de sistemas de salud, redes en veterinaria y en agricultura. En este último, “está la Convención Internacional de Protección fitosanitaria y organizaciones a nivel regional. En nuestro país, la organización fitosanitaria que tiene las máximas competencias en sanidad vegetal y en sanidad agrícola integral, incluyendo el sector animal, es el Instituto de Salud Agrícola Integral (INSAI)”, sentenció el Ingeniero Agrónomo.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Amarilis Palacios
