Treinta escuelas de Caracas celebran la Ruta Científica del programa Semilleros Científicos que impulsa el Ministerio para Ciencia y Tecnología (MinCyT) por instrucción del presidente, Nicolás Maduro, para orientar vocaciones y fortalecer el proceso de aprendizaje de manera creativa y con una pedagogía que incentiva el estudio de las ciencias naturales y sociales con procesos orgánicos y de enseñanza que acompañen las capacidades científico-tecnológicos en niñas, niños y jóvenes.
Para contribuir con el fortalecimiento de la inventiva nacional, niñas y niños estudiantes de la Unidad Educativa Nacional Consuelo Navas Tovar, ubicada en la parroquia El Paraíso presentaron una serie de proyectos destacados en las áreas de sistema de riego, robótica y robótica para la vida.
“La Ruta Científica ha sido un proyecto extraordinario, en nuestra escuela hemos iniciado el proyecto desde hace un año y ha sido fenomenal. Es un proyecto en el que se ha involucrado la familia y la comunidad en pleno y con esta unión de ingenios se crea cosas fabulosas. Nuestros estudiantes, para elaborar sus proyectos, utilizan materiales de reciclaje, dándole un buen uso y creando cosas innovadoras”, así lo destacó Mary Carmen Enríquez, directora del plantel.
Asimismo, resaltó que la Ruta Científica ha permitido hacer del aprendizaje, uno más ameno y mucho más efectivo, “podemos trabajar de forma integradora con áreas curriculares como el castellano, las matemáticas, con sociales en ciencias. Esta suma de capacidades logra adquirir un aprendizaje significativo, porque las niñas y niños van aprendiendo a través de la experiencia. A eso se refería nuestro Samuel Robinson, nuestro Simón Rodríguez, que el niño y la niña aprendiera a través de la experiencia y eso es lo que hacemos aquí en la escuela”.
Los proyectos innovadores, desarrollados por el sector estudiantil, permiten masificar la ciencia, transformar la calidad educativa y fomentar la vida.
Elián Méndez, estudiante de cuarto grado de educación básica, destacó con la exhibición relacionada con los sistemas de riego que hacen posible el cultivo con la aplicación del agua necesaria a las plantas. Al respecto, el joven estudiante manifestó que “los sistemas de riego contienen un conjunto de estructuras y aquí presentamos, por ejemplo un sistema de riego de aspersión que funciona con una tirita que lleva el agua hacia la planta. Aquí creamos sistemas de riego por gravedad y de goteo para cuidar nuestras plantas medicinales, tenemos jengibre, sábila, mala madre y todas ellas son cuidadas a través de estos sistemas de riego. También, inventamos unos mini invernaderos que funcionan para demostrar cómo serviría un invernadero de verdad a gente que no tiene acceso a ellos”.
Por su parte, en el área de robótica, los estudiantes mostraron una gran cantidad de innovaciones como un helicóptero hecho de cartón y con todas las herramientas necesarias para su función; una pequeña rueda rusa realizada con palillos que enciende al tener corriente; un secador de foami que genera calor; una aspiradora de plástico; una cocina eléctrica de cartón; un microondas que gira al calor; un robot que habla conectado al sistema bluetooth, paneles solares, brazos hidráulicos, entre muchas otras cosas ingeniosas.
En cuánto a la unidad de robótica para la vida, las niñas y los niños inventaron un campo magnético en una maqueta del sistema solar; así como, exposiciones sobre el funcionamiento de importantes órganos vitales del cuerpo humano, y con inventiva crearon y explicaron su operatividad.
“Presentamos el funcionamiento de los riñones, el hígado, el corazón y el sistema urinario. Para hacerlo utilizamos pitillos, mangueras, jeringas, entre otros instrumentos para explicar mejor cada proyecto. Con la Ruta Científica cada día nos sentimos más animados para aprender”, apuntó la estudiante Nicole Andrade.
La base de los Semilleros Científicos es acompañar y apoyar talentos y capacidades científica-tecnológicas en los más pequeños de la casa, cuya finalidad va enmarcada a preservar la reserva generacional del pensamiento y la creatividad nacional para garantizar las generaciones futuras que se dedicarán a la investigación científica.
Para la docente de quinto grado Maibe Perdomo este programa es una experiencia inolvidable, “he tenido la oportunidad de acompañar a mis estudiantes desde que comenzó el programa en la escuela. Con el programa los niños y las niñas se motivan a crear con creatividad sus ideas. Ellos llegan todos los días con ganas de más, ven cajas de zapatos y llegan con ideas. Ahora ellos quieren ser astronautas, ingenieros agrónomos, y nosotras como maestras los acompañamos en todo el proceso”.
La Consuelo Navas Tovar comprometida con la enseñanza para la vida
La institución además de las áreas comunes de educación acompaña a sus estudiantes con una enseñanza más humana para estimular la cultura del trabajo, “en nuestra escuela le enseñamos a los niños y las niñas a trabajar la tierra, ahora en época de sequía le mostramos cómo podemos colaborar con los cambios. Hemos impartido muchas cosas fabulosas y ya en nuestra escuela sembramos nuestros propios productos, alimentos sanos para mejorar la calidad alimentaria de nuestros chicos”, refirió Enríquez. Además, agregó que la articulación entre el personal y la comunidad ha sido garante del intercambio necesario para beneficiar al futuro de la patria.
Mientras que Heriberto Salas, responsable político del centro educativo, enfatizó que en la Unidad Educativa se busca formar a niños y niñas con un pensamiento distinto a lo habitual, “queremos que sean capaces de ser espíritus críticos. A ellos les ensañamos a cultivar la tierra, a creer en la espiritualidad. Tengo años trabajando en esta comunidad y me siento pleno y orgullosos de nuestros niños, siempre le hemos inculcado que se interesen por aprender, por conocer y toda esa enseñanza, ese aprendizaje lo vemos reflejado en estos proyectos científicos”, puntualizó.