Un día de campo vivieron productores y productoras de la Unidad de Producción Buena Vista, La Ciénaga, parroquia Guzmán Guillermo, municipio Miranda del estado Falcón, como parte de la Alianza Científico-Campesina que orienta el Gobierno Bolivariano.
En esta jornada, a unos mil metros sobre el nivel del mar, se mostraron los avances productivos de la cosecha de unos 3.000 Kg de semillas de papas certificadas I, variedad María Bonita, un logro importante de la Revolución Bolivariana.
Más de 20 hombres y mujeres de la comunidad intercambiaron experiencias sobre los beneficios de la semillas criollas, que son sembradas empleando prácticas agroecológicas.
El ingeniero agrónomo, Frank Zamora, valoró el trabajo realizado en esta parcela.
«En el caso de Falcón, hemos iniciado un trabajo desde hace unos tres años, un poco más, partiendo de unas mínimas cantidades de papa, con una categoría pre básica que es la categoría inicial que se produce a través de los laboratorios y los espacios de cultivos de Proinpa, con una alianza importante con Codecyt», señaló.
También se han realizado intercambios de productores semilleristas entre Mucuchíes (Mérida) y la Sierra de Falcón.
Zamora agregó que este trabajo garantiza la sustentabilidad y sostenibilidad de los campesinos y campesinas de la región.
José García, productor de la Sierra falconiana y dueño de la parcela cosechada, agradeció al presidente Nicolás Maduros Moros y al Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología por el gran apoyo brindado en la localidad.
«Este ha sido un resultado de tres etapas, a nosotros nos entregaron un bojotico de semillas pre básicas, desde Proinpa, con la intención de hacer un experimento y empezar con la siembra, ver cómo se nos adaptaba el cultivo de papas en la zona», narró.
Expresó que emplearon, en esa primera oportunidad, 200 mts2 de parcela y «los resultados fueron extraordinarios».
Precisó que luego de sembrar la semilla de papa pre básica, cosechan la básica, retornan la siembra para obtener la registrada y en una última vuelta siembran la registrada para obtener la semilla certificada y de alta calidad fitosanitaria.
«El fin de este proyecto es la producción de semillas, estamos hablando de soberanía, esto significa libertad, debemos sentirnos orgullosos de esto, porque nosotros sin esta semilla no obtenemos una Patria», sentenció.
Por su parte, el ingeniero Rafael Romero, coordinador de planificación de la Asociación de Productores Integrales del Páramo expresó: «llegar al punto de tener semillas certificadas es un logro, que lo único que nos dice es que ha habido mucho trabajo, mucho compromiso y mucha disciplina».
Recordó que Proinpa cumplió 25 años tejiendo una red local que ahora expande sus experiencias con apoyo de los técnicos y técnicas locales y de Codecyt.
«La racionalización de la Alianza Científico-Campesina es que unos productores con otros productores pueden avanzar de la mano de las instituciones», sentenció.
La Alianza Científico-Campesina es una de las tantas experiencias donde se pone de manifiesto el trabajo y las capacidades del pueblo innovador para seguir fortaleciendo la seguridad y soberanía alimentaria nacional.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Vanessa Gutierrez / Fotos: Astrid Aguilar