Estudios científicos han evidenciado que las frutas dejan una huella de carbono sustancial en su viaje desde la granja hasta los consumidores. Por esta razón, especialistas chinos comenzaron a implementar prácticas de etiquetado para mitigar sus efectos.
Recientemente, se emitió el primer lote de etiquetas de certificación de emisiones de carbono para los durianes cultivados localmente en la ciudad de Sanya, en la provincia meridional de Hainan.
Estas etiquetas tienen como objetivo ayudar a los consumidores a comprender el impacto climático de sus elecciones de compra, fomentar hábitos de consumo verde y alentar a los innovadores agrícolas a desarrollar y adoptar tecnologías ecológicas y bajas en carbono.
Durante el ciclo de crecimiento de los durianes, diversos procesos, como el cultivo, el riego, la aplicación de fertilizantes e insecticidas, el embalaje y el transporte, contribuyen de alguna manera a las emisiones de carbono, reseña Xinhua.
Un grupo de investigadores de la Facultad de Recursos y Ciencias Medioambientales de la Universidad Agrícola de Nanjing recogieron muestras de granjas en Hainan, la principal región productora de durianes en China, donde lograron descubrir que la producción de un kilogramo de durianes conlleva la emisión de dos kilogramos de dióxido de carbono.
Cheng Kun, profesor asociado de la Universidad Agrícola de Nanjing, señala que los durianes tienen una huella de carbono más alta en comparación con otras frutas. Esto es evidente en los durianes cultivados domésticamente, que solo han comenzado a dar frutos en los últimos dos años.
Para abordar este desafío, las compañías de plantación de durianes en Sanya comenzaron a aplicar carbón de biomasa desarrollado por investigadores del instituto universitario, a fin de enriquecer la materia orgánica del suelo, mejorar su estructura y aumentar la retención de agua y fertilidad.
Además de mejorar la calidad del suelo y el rendimiento de los durianes, esta práctica también incrementa significativamente la captura de carbono del suelo, proyectando una reducción de más del 30% en las emisiones de carbono.
En la tercera sesión plenaria del XX Comité Central del Partido Comunista de China, se decidió establecer un sistema de estadísticas y contabilidad de las emisiones de carbono, así como un sistema de etiquetado y certificación de carbono, junto con la administración de la huella de carbono.
China, como uno de los mayores productores agrícolas del mundo, está explorando activamente formas de convertir la industria agrícola en un contribuyente a la reducción de las emisiones de carbono.
En la actualidad, más de 30 empresas de nueve provincias en China, incluyendo Jiangsu, Yunnan, Shanxi y Guangdong, han obtenido certificados para productos agrícolas con cero emisiones de carbono, que indican emisiones netas de gases de efecto invernadero iguales o inferiores a cero en todo el ciclo de producción.
Agencias Internacionales.