María Isabel Arteaga: Del Ivic a los konucos de Cañaote, en Miranda

María Isabel Arteaga: Del Ivic a los konucos de Cañaote, en Miranda

María Isabel Arteaga es una mujer apasionada que desarrolla su trabajo como investigadora del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, Ivic, en konucos comandados por mujeres del caserío Cañaote, a 20 minutos de Los Teques.

Esta científica asociada al Laboratorio de Diversidad Biológica del Centro del Estudio de la Crisis Ambiental Global, CECAG, coordina el proyecto, con financiamiento del Fonacit, (ente adscrito al Ministerio de Ciencia y Tecnología), titulado La participación de las mujeres en la agricultura urbana; trenzando la soberanía alimentaria, la gestión del territorio y el cuido de la vida.

Con este proyecto María Isabel busca hacer un diagnóstico de los espacios de siembra urbana, determinar el papel de las mujeres en los konucos y precisar cómo ellas contribuyen en la soberanía alimentaria familiar.

“Este diagnóstico permite establecer indicadores de biodiversidad en espacios agrícolas en los altos mirandinos en alianzas de investigación y articulación con otras instituciones que  tienen competencia en agricultura urbana, geolocalizar espacios de agricultura urbana en los altos mirandinos; hacer una caracterización socioeconómica de las mujeres que siembran y diseñar instrumentos para caracterizar el tiempo y labores del cuidado de la vida que realizan, los modos de siembra y las limitaciones que tienen, entre otros aspectos”.

Arteaga es egresada de la Universidad Central de Venezuela, UCV,  en Biología.

“Realicé la Tesis de licenciatura en cultivo in vitro de musáceas con una tesis titulada Embriogénesis somática a partir de flores masculinas en clones de banano”. Es decir, un estudio de plátanos y cambures, como los llamamos en Venezuela.

Posteriormente se doctoró en el año 2009.  “…al entrar en estudios de posgrado quise entender más allá del aspecto técnico que permiten los procesos biotecnológicos e inicié mis asignaturas para el doctorado en Bioquímica y fisiología de plantas entre los laboratorios de Eco-fisiología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, IVIC y el Laboratorio de Clonación y Genética Vegetal del Instituto de Biología Experimental, IBE-UCV. “Un estudio para caracterizar  los sistemas antioxidantes en plantas de Arroz tolerantes a estrés hídrico titulada Estudio del sistema antioxidante en plantas de arroz Oryza sativa (variedad Fonaiap 2000) sometidas a sequía.

“Mi principal interés de investigación hasta este momento se ha desarrollado en el área de Bioquímica, Fisiología y biología molecular Vegetal enfocado en el estudio de sistemas promisorios en plantas de interés económico y alimenticio sometidas a condiciones de estrés (sequía, alta radiación lumínica y altas temperaturas o enfermedades).

Personalidad

A María Isabel, se le conoce con el apodo de la “China” por sus ojos rasgados. Tiene una hija adolescente y una utopía bajo el brazo.

Así se retrata María Isabel:

“Me gustaría contarles que soy hija de una pareja de migrantes colombianos, mi padre matemático y mi mamá de profesión ligada a las ciencias de la salud. Soy nieta de una abuela partera, con todo lo que eso implica, y crecí los primeros años de mi vida en una casa mágica con solar (traspatio sembrado de maíz, calabazas, gallinas e higos). Creo que mi abuela fue la primera mujer feminista que sin mucha teoría moldeó mi mirada del mundo. Ella era paciente y amorosa, determinada y trabajadora.

Mis años de niñez y primera juventud transcurrieron en San Fernando de Apure donde el grandioso río homónimo impone otros ritmos y otra vida. Allí desarrollé toda la vida escolar desde la primaria hasta la secundaria. La vida en un pueblo grande del llano la recuerdo feliz y llena de aventuras con los amigos de infancia con los cuales aún conservo amistad. 

En el río Apure de la mano de mi papá aprendí a pescar y así pasábamos algunos fines de semana dedicados a cultivar la paciencia detrás de un anzuelo y un nylon.  Podría decir que mi infancia fue libre y llena de caminatas por las orillas del río; de paseos en bicicletas, de amigos y amigas, de fiestas y de parrandas. Al terminar la secundaria me traslado a Caracas para continuar los estudios universitarios y después de varios intentos comienzo en la carrera de Biología. Los convulsos años 90 en la UCV de paros, intentonas de golpes, e infinidad de sucesos transcurrían mientras me convertía en una adulta joven. En ese momento, la carrera de Biología era de entrega total podías pasar todo el día en labores académicas, pero yo también amaba hacer teatro y mientras la carrera transcurría me pasaba mucho de mi tiempo en el Teatro Búho de Ciencias, que desarrollaba teatro de calle y visitaba comunidades diversas de las barriadas caraqueñas. Con el Teatro Búho de Ciencias conocí la realidad de los Cañizos Palo Quemado en Yaracuy: una historia de lucha por la tierra y la vida que me transformó, pero la vida siguió su indetenible curso.

Tras el doctorado sucedieron dos cosas trascendentales en mi vida: la primera es que me convertí en mamá de una hermosa niña llamada Sofía; y dos, empecé a evidenciar que la crisis ambiental, social, alimentaria y climática es compleja y para su abordaje se requiere del diálogo entre disciplinas científicas, pero también, la incorporación de conocimientos y métodos desde otras lógicas de pensamiento y que esto debe abarcar desde la construcción de las propuestas de investigación hasta el abordaje y la interpretación de los resultados.

En mi formación de licenciatura y doctorado trabajé con modelos de agricultura convencional y técnicas biotecnológicas. Ahora he decantado mi labor científica hacia el estudio de sistemas alimenticios locales agroecológicos. El método en el que enmarcó las investigaciones que desarrollo se centra en las teorías de los sistemas socio-ecológicos. Que son sistemas interdependientes entre las personas y la naturaleza, anidados a través de escalas espaciales y temporales donde las personas son parte de los ecosistemas y los configuran, desde las escalas locales a las globales.

En este sentido dirigí una tesis en el doctoral del Posgrado de ecología UCV donde evaluamos la sustentabilidad de 24 espacios de agricultura urbana en Caracas con la perspectiva socio-ecológica, porque además de hacer ciencia quisimos empezar a contar nuestra propia historia de problemas de investigación locales de pertinencia global.

Todo esto me ha hecho repensarme como humano, como mujer, como mamá, como científica mujer latinoamericana y me ha convidado a estudiar y experimentar metodologías que salen de mi exclusivo campo de formación científica, por lo que he explorado y realizado desde diplomados que me contextualizan como el de Cambio climático y Género con CLACSO y también un diplomado de cronistas populares que me enriqueció y me abrió otras ventanas por donde mirar”.

Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Teresa Ovalles Márquez / Fotos: Candi Moncada

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