Miles de mujeres trabajan, sueñan y crean a través de la ciencia, desde los centros de investigación del país, ofreciendo con su ingenio nuevas perspectivas y respuestas a diferentes problemáticas de la vida cotidiana, en beneficio de la población.
Waleska Irina Madden Rickel, es una de ellas, graduada como licenciada y magíster en Química de la Universidad Simón Bolívar, su especialidad se basa en la Química Inorgánica, específicamente equilibrios en solución.
Madden explica que su impulso para estudiar química fue el amor y la curiosidad. “Desde mi infancia me encantaba la astronomía, las estrellas, veía el cielo y me preguntaba qué significaba todo eso, por qué ocurría”.
“Ese deseo de saber más de esas interrogantes, de explorar lo desconocido, me impulsó a estudiar la ciencia”, resalta la investigadora.
Detalla que su trabajo en el Centro Nacional de Tecnología Química (CNTQ) es su primera experiencia laboral, “el CNTQ es mi primer trabajo. Una vez que te gradúas, uno se encuentra perdido en el camino. Es difícil identificar cuáles son los próximos pasos a llevar, ¿qué debo hacer?, el CNTQ para mí representó un comienzo”.
Señala que la química no es una carrera fácil, pero tiene sus grandes recompensas. “Luego de enfrentarme a los distintos obstáculos, las diferentes preguntas, los problemas que pueden salir durante el período de investigación, poder darle respuesta a ese problema es ciertamente gratificante, te llena de orgullo poder ayudar a una persona, a una compañía, a cualquiera a solucionar su problema desde el punto de vista científico”.
Comenta que, a pesar de que la ciencia en su mayoría es una carrera desarrollada por hombres, actualmente, las mujeres con su labor han logrado superar todas esas barreras y estereotipos.
“Tantos hombres y mujeres tienen la capacidad de dedicarse a las áreas científicas, aunque tengan diferentes perspectivas. La mujer es belleza, es reacción, ese pequeño polvo de estrellas que da ingenio, proporciona creatividad y genera perspectiva”, comparte.
Madden expresa que las ciencias dan las herramientas necesarias para poder proveer soluciones y ayudar a esas personas que no pueden ayudarse por sí mismas.
«Ayudar a alguien usando la ciencia te llena de satisfacción. No solo porque ayudaste a la persona, sino porque pudiste resolver un problema que podría afectar a muchos otros”, resalta.
Menciona que la química para ella causa la misma emoción que la estrellas cuando era niña “la química para mí fue mi propia estrella, fue mi cielo estrellado, fue la respuesta a todas mis problemáticas. Me dio las herramientas necesarias para poder construirme, crecer como persona, como mujer científica en este mundo”, destaca.
En cuanto a su futuro, Madden visualiza que en los próximos cinco años seguirá contribuyendo con otros en la resolución de problemas, “lo imposible es solo imposible hasta que se logre y se generan los pasos adecuados para ello, por eso con la química podemos lograr grandes cosas”.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Sheila Bravo/ Fotos: Francisco Trías