Prensa Mincyt / Karina Depablos.- La vicepresidenta sectorial de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, Gabriela Jiménez-Ramírez, aseguró este viernes que la educación ambiental también se expresa desde la producción de los alimentos en el campo hasta lo que se coloca en la mesa para comer en los hogares venezolanos.
“La Alianza Científico-Campesina es una experiencia para rescatar, conservar y multiplicar nuestra agrobiodiversidad. Tenemos 428 rubros agroalimentarios en Venezuela y probablemente nosotros comemos menos de 60; desde allí también comienza la educación ambiental. Debemos garantizar el conocimiento de la nutrición, de hábitos más saludables en las escuelas y en las comunidades. Alimentos menos industrializados y más naturales. El trabajo arranca desde la preservación de la biodiversidad, cuidar los suelos y sembrar agua. La experiencia de conservación de la vida debe multiplicarse en cada espacio productivo del país”, expresó.
Durante la clausura del primer Encuentro Nacional sobre Educación Climática, organizado por el Ministerio para el Ecosocialismo en el parque Alí Primera, Jiménez-Ramírez reiteró que los efectos de la crisis ambiental global van disminuyendo a medida que la producción se enfoque en la racionalidad de la reproducción de la vida y en una relación armónica con el ambiente.
“No es ajena la idea de la producción de alimentos como política para enfrentar las consecuencias de la crisis climática, por el contrario, una dieta más sana, con alimentos menos procesados es una acción más ecológica que conserva el ambiente. Al utilizar menos químicos, se gasta menos energía y se produce menos dióxido de carbono. Es una ecuación muy sencilla y además estamos nutridos. Tenemos que construir comunidades de conocimientos y de saberes porque allí se expresa la diversidad, la tolerancia, el crecimiento mutuo; no hay ninguna experiencia ecológica si no es diversa. Los saberes ancestrales, las experiencias de vida, amar, sufrir, pensar y reflexionar son mecanismos para generar conocimiento y actuar ante la crisis global. Promovemos tecnologías apropiadas a nuestra biodiversidad para enfrentar la crisis climática”, manifestó.
En tal sentido, la vicepresidenta sectorial resaltó que la compresión de los fenómenos naturales y de los comportamientos de los sistemas de vida son algunos de los elementos que se deben promover como planes nacionales de educación ambiental para poder programar medidas contundentes de mitigación de los efectos de la crisis climática.
“¡Lo que se discute aquí es la vida! Es imprescindible construir una política nacional de acción y reflexión permanente y para eso se requiere la movilización de la juventud, los universitarios, profesores, científicos y el poder popular. Trabajemos desde la producción de alimentos, desde la comprensión de los espacios acuáticos, del avistamiento del mar Caribe, de la migración de aves en Venezuela. Vamos a comprender los complejos sistemas biológicos en los que estamos inmersos. El ejercicio es sumar voluntades, saberes y conocimientos porque la Alianza Científico-Campesina empezó con los agricultores/as. Se imaginan todo lo que podemos hacer juntos, guardaparques, guardia costera, estudiantes, comunidades. Hagamos un trabajo de conciencia desde la investigación científica, el saber popular y todo el sistema educativo. Este primer Encuentro Nacional sobre Educación Climática y la agenda que comenzaron hace tres días, en mesas de trabajo, es un acto de soberanía por Venezuela”, puntualizó Jiménez-Ramírez.
En su intervención en el primer Encuentro Nacional sobre Educación Climática, la vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, señaló que hay una realidad ambiental mundial que amenaza gravemente la existencia de la vida humana, por lo que la batalla comienza desde las aulas de clase, en todos los niveles, con el diálogo sobre la preservación de la madre tierra.
“Cuando el presidente de la República, Nicolás Maduro, aprobó el plan para mitigar la crisis climática está entendiendo y asumiendo que esta es una batalla global donde Venezuela levanta su voz para que todos los pueblos del mundo se unan para mitigar la crisis climática. Debemos poner todo nuestro sistema educativo en acción, al poder popular. Un poder popular comprometido, concientizado de los sistemas de alerta temprana que se han venido estableciendo para que el territorio pueda tener mecanismos de defensa. Venezuela vivió una tragedia, un fenómeno climatológico que enlutó a decenas de familias en Las Tejerías. La importancia de la comunidad científica venezolana; todos deberíamos estar en el sistema educativo levantando los mapas de vulnerabilidad”, declaró.
Del mismo modo, Rodríguez invitó a toda la juventud a proponer métodos para engranar y sensibilizar a todos los actores del país, a las comunidades, a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, sobre el impacto de la crisis climática.
“Debe ser un esfuerzo en conjunto. Debemos apoderarnos del conocimiento, de lo que significa, por ejemplo, el impacto de los desechos plásticos en los océanos. Debe ser un proceso de sensibilización y concienciación. El conocimiento es lo que nos va a dar conciencia que es la principal herramienta para combatir y mitigar la crisis climática. Sin conciencia no vamos a poder y el pueblo venezolano tiene que ponerse en primera fila para dar ejemplo al mundo capitalista”, subrayó Rodríguez.