Insectos: clave para la sostenibilidad ecológica

Insectos: clave para la sostenibilidad ecológica

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Los insectos son animales invertebrados del filo de los artrópodos que comprenden otros grupos más diversos de la Tierra, de los que se conocen aproximadamente un millón de especies diferentes, cada una de ellas con una cantidad de miembros muy abundante.

La vicepresidenta sectorial de Ciencia, Tecnología y Salud, Gabriela Jiménez Ramírez, compartió esta información a través de su canal de Telegram, dónde destacó que “algunas estimaciones hablan que existen 200 millones de insectos por cada ser humano” y que estos, pueden encontrarse en casi todos los lugares del planeta, considerando que “aún quedan por describir unas 30 millones de especies más”.

El tamaño de los insectos varía desde unos cuantos milímetros (microhimenópteros, trips, áfidos, etc.) hasta un par de decímetros (escarabajos, insectos palo y saltamontes gigantes, por mencionar algunos).

“Lo cierto es que el tamaño pequeño de los insectos es una ventaja adaptativa que les ha permitido aprovechar los recursos del ambiente. Un pequeño tamaño permite completar el ciclo vital con pocos recursos alimenticios, escapar o esconderse de los depredadores y dispersarse fácilmente por acción del viento, el agua u otros animales”, explicó Jiménez.

También sostuvo que estos pequeños animales habitan la Tierra desde hace más de 350 millones de años y han sobrevivido a cinco grandes extinciones. Desde cada rincón cumplen diferentes roles y demuestran que, a pesar de su reducido tamaño, son vitales para la existencia.

“Los insectos son fundamentales para la población humana y son la base del funcionamiento de todos los ecosistemas. Tienen labores como polinizadores y también como descomponedores de materia orgánica, dispersores de semillas y todas estas funciones son importantes porque permiten que los ecosistemas se automantengan en el tiempo”, expresó.

Entre sus capacidades, aseguran los expertos, los insectos pueden influir sobre las propiedades físico químicas del suelo. Esto lo consiguen, por ejemplo, cuando algunos granívoros (como ciertas hormigas) construyen galerías para guardar las semillas; o cuando los descomponedores (tales como los escarabajos estercoleros) transforman la materia orgánica del suelo (hojas, pedazos de tallos o de ramas, u otros insectos).

También inciden en la composición del paisaje estableciendo qué plantas sobreviven, cuántas, o bajo qué distribución. Todo esto puede estar determinado por roles como la granivoría o la herbivoría.

Además, existen los depredadores (como las mariquitas o los alguaciles) que se dedican a cazar a otros insectos. “Estos actúan como factores naturales de mortalidad y control de plagas”, comentó al respecto.

Otra tarea fundamental de los insectos es la polinización, fundamental para la alimentación, datos científicos señalan que un tercio de la producción mundial de alimentos depende solamente de las abejas.

“Los insectos también son indicadores de la calidad del ambiente y del grado de intervención de las acciones antrópicas en los ecosistemas, nos maravillan en su megadiversidad y el sin fin de relaciones ecológicas en donde participan”, aseveró la ministra Gabriela Jiménez en su publicación.

Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Eliana Muñoz.