La naturaleza proporciona muchos beneficios para la salud física, mental y la competencia académica de los seres humanos.
Esta reflexión fue compartida por la ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez Ramírez, quien precisó que el Instituto Swiss Re ha sacado a la luz un informe en el que se recogen numerosas investigaciones científicas en las que se puede confirmar que tener una relación diaria o semanal con algún espacio natural ayuda a gozar de mejor salud física y mental.
La encuesta de 18 países realizada por White et al., (2021) reveló la maravillosa complejidad de la relación entre naturaleza y salud.
La ministra precisó que “las asociaciones entre el bienestar positivo, la angustia mental, la medicación para la depresión / ansiedad se utilizaron como indicadores ‘mentales’ y se compararon con las exposiciones residenciales o recreativas a una variedad de entornos naturales como el verde, el azul del interior o el azul de la costa”.
Asimismo, añadió que “realizar ejercicio en la naturaleza ayuda a elevar el ánimo y la positividad. Las aseguradoras de vida y salud analizan de manera integral los muchos factores diferentes que influyen la salud de un individuo. El acceso a la naturaleza y el tiempo que se pasa en ella contribuyen, pero no son factores determinantes, al resultado de la salud mental de una persona”.
Agregó que desde una perspectiva preventiva, “no se puede ignorar la exposición a la naturaleza como contribuyente a la salud mental. La definición de cómo se clasifican la naturaleza y el bienestar mental es importante”.
Además, los entornos naturales son esenciales contra el estrés, aporta mayor felicidad y disminuyen los riesgos para el corazón, apuntó la ministra Gabriela Jiménez Ramírez.
Estudios en campos naturales
Otro estudio realizado en bosques de Japón, en 2010, demostraron que los espacios verdes tienen múltiples beneficios para la salud mental.
“Aquellos que caminaron en el Parque Forestal de la Prefectura de Seiwa mostraron concentraciones de hemoglobina significativamente más bajas que un grupo de control que caminaba por una ciudad. Los que caminaban en el bosque de la prefectura de Yamagata mostraron resultados similares en los niveles de cortisol que en un grupo de control urbano”, comentó la ministra Gabriela Jiménez Ramírez.
Igualmente, añadió que la investigación incluyó a 3000 residentes en Tokio, correlacionando cinco resultados de salud mental: depresión, satisfacción con la vida, felicidad subjetiva, autoestima y soledad, con dos medidas centradas en la naturaleza: frecuencia de uso de espacios verdes y visibilidad de las vistas verdes a través de las ventanas de la casa.
“Llegaron a la conclusión de que el uso de espacios verdes, o incluso simplemente la existencia de vistas de ventanas verdes, se asociaba con un aumento de los niveles de autogestión de la estima, satisfacción con la vida, felicidad subjetiva y disminución de los niveles de depresión, ansiedad y soledad”, explicó.
Mencionó que desde tumbarse en el suelo hasta pasear descalzos, “nos reconecta con la Tierra. Las actividades comunitarias en los espacios verdes, como el deporte o la jardinería, proporcionan una fuente importante de cohesión social y apoyo para la salud mental”.
Precisó que otro de los beneficios de acercarse a la naturaleza, con frecuencia, es que ayuda a prevenir o posponer las enfermedades cardiovasculares. Esto fue analizado por Silveira y Junger (2018), en la ciudad de Río de Janeiro, donde encontraron una reducción del 6.7% y 4.7% en la cardiopatía isquémica y la enfermedad cerebrovascular, respectivamente.
“Los árboles urbanos refrescan, limpian el aire y proporcionan espacio para la relajación, reduciendo el calor y las condiciones respiratorias y mejorando la salud mental”, puntualizó la ministra Gabriela Jiménez Ramírez.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Amarilis Palacios.