Yulissa Antequera es otro ejemplo de las mujeres científicas venezolanas que desarrollan proyectos innovadores para contribuir con el bienestar de la población y el fortalecimiento de la soberanía nacional.
Su pasión por involucrarse con las comunidades y aportar soluciones importantes desde la investigación científica se convirtió en un hábito de vida.
«El desarrollar proyectos que tengan un impacto social siempre va a ser de mi prioridad, porque es el legado que como investigadores tenemos que dejar», manifestó la investigadora.
Desde su área de trabajo en el laboratorio de Estructura Molecular 2 de la Fundación Instituto de Estudios Avanzados (IDEA), relató que se inició en la investigación en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).
«En el IVIC, me dieron la oportunidad de presentar mi trabajo especial de grado: el proyecto de surfactante pulmonar, el cual me abrió ese sentido de trabajar para un fin que tenga que ver con ayudar a la comunidad y ayudarnos a nosotros mismos», indicó.
Actualmente, trabaja junto a su colega Elisamelis Martínez en el desarrollo de nanopartículas de plata a partir de extractos acuosos de plantas medicinales de la familia lamiaceae, orégano orejón (Plectrancthus amboinicus), para su uso como antomicrobiano.
Comentó que trabajar en este proyecto le permitió «conocer nuestro alrededor; a veces en nuestro entorno tenemos cosas y no nos damos cuenta de lo útil que son. Las plantas medicinales me han enseñado muchísimo; me han enseñado de sus bondades, y que tienen infinidades de usos».
Para Antequera, todos los investigadores deben pensar en dejar un legado que pueda ser impulsado por las nuevas generaciones de científicos.
«Como investigadores tenemos que dejar un producto, un desarrollo de algo que pueda ayudar a la comunidad y que el día de mañana, lejos de que sea un reconocimiento, el ver que las personas utilizan el producto y utilizan las plantas medicinales de una manera racional me va a conllevar a mi éxito profesional», señaló.
La investigadora manifestó sentirse agradecida por ser mujer y por la oportunidad que le da la vida de estar en un laboratorio científico trabajando por la sociedad.
«Las mujeres desarrollando proyectos somos más sensibles y al ver que tengo una finalidad, que es atender las necesidades, me hace más persistente, me impulsa a buscar más conocimientos y plantearme más como investigadora (…) agradezco a la vida esta oportunidad que me da porque me permite, a través de los conocimientos que aplicamos y adquirimos los investigadores, enseñar y educar porque esto que nosotros aprendemos el día de hoy muchos niños y niñas lo van a necesitar en un futuro cuando visiten nuestros laboratorios. Es por ello que tenemos que dar la talla en el presente para incentivarlos a todos ellos a que vengan y hagan ciencia con nosotros», puntualizó.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Amarilis Palacios