Un grupo de científicos de la Universidad de Yale y de la Escuela NOVA de Ciencia y Tecnología de Lisboa, Portugal, han descubierto una familia específica de proteínas responsables de mantener la red eléctrica microbiana bajo la Tierra.
La investigación publicada en la revista Nature, explica que esta red, que se genera gracias a una bacteria llamada Geobacter sulfurreducens, utiliza la proteína citocromos, como enchufe de carga de los nanocables, proporcionando la vía necesaria para liberar el exceso de electrones creados a través de procesos metabólicos.
La Geobacter sulfurreducens es una bacteria con capacidad electroactiva, que puede transferir electrones y generar electricidad, además de reducir metales pesados y tóxicos, convirtiéndolos en menos dañinos.
La bacteria, conocida por ser especialmente hábil para vivir en entornos anaeróbicos, respira oxígeno gracias a que transfiere el exceso de electrones a minúsculos «pelos» eléctricos conocidos como nanocables, que salen de la superficie del microbio.
Los expertos, explican que “estos pelos se conectan con los minerales circundantes y otros microbios, creando una especie de red biológica conectada que hace posible la vida”.
«Las estructuras de estos nanocables revelan cadenas interconectadas de citocromos… [que] pueden promover la conducción rápida y aislada de electrones a distancias de varios micrómetros», refiere una publicación de la revista Esquire.
Finalmente, los científicos apuntan que la exploración de las capacidades eléctricas de estos microbios puede conducir al desarrollo de diferentes biomateriales, así como a producir avances en materia de bioenergía.
Además, estos organismos desempeñan un papel fundamental para contener los procesos de los gases de efecto invernadero en la Tierra.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Sheila Bravo