Ante el desarrollo de aplicaciones tecnológicas de Inteligencia Artificial (IA), terapias inmunológicas sofisticadas, junto a nuevas técnicas para combatir enfermedades, la medicina se proyecta con esperanza para la humanidad, a través de once ensayos clínicos sobre humanos que la revista científica Nature Medicine, ha clasificado como determinantes para 2024.
Esta serie de ensayos abarcan desde nuevas técnicas con la IA, hasta edición genética, y células madre que al desarrollarse en el nuevo año, podrían pasar a ser una realidad clínica con muy buenos resultados.
Uno de estos ensayos clínicos tiene que ver con el fármaco experimental denominado VERVE-101, una edición genética que podría ser conocido como el primer medicamento que edita el genoma humano dentro de su propio organismo.
El mismo se emplearía para tratar la hipercolesterolemia o colesterol elevado, donde intervienen algunas mutaciones en el gen PCSK9, lo que representaría un gran avance para pacientes con esta enfermedad.
En el caso de la IA sus aportes están dirigidos al diagnóstico de cáncer de pulmón, este estudio pone a prueba la tecnología para identificar radiografías de tórax de pacientes que tras hacerse una tomografía computarizada, el mismo día, pueden conocer de manera precoz si tienen o no cáncer de pulmón.
La IA también abarcará el área de triaje de pacientes a través de un ensayo clínico que aplicará un modelo de Inteligencia Artificial para predecir el riego de mortalidad entre los pacientes tratados en servicios de urgencia, para establecer el orden y el lugar en el que deben ser atendidos.
La lista de Nature Medicine, incluye un ensayo que prevé comprobar si el cribado cada dos años de cáncer de pulmón mediante TAC iguala la eficacia de las pruebas anuales, a la hora de prevenir muertes en quienes no presentan anomalías en su primera exploración médica
Por su parte, los pacientes con VIH podrían recibir una vacuna de células T gracias al estudio que evaluará la seguridad y eficacia de VIR-1388, diseñada para la prevención de esta patología que ha cobrado la vida de más de 40 millones de personas en el mundo.
«Este suero utiliza un vector de citomegalovirus para inducir respuestas inmunes de las células T frente a la adquisición del VIH», detalló Nature Medicine.
En el área de salud mental, para 2024, se prevé ejecutar un ensayo clínico que tratará la depresión perinatal, un trastorno que afecta a numerosas madres en el mundo antes e inmediatamente después del parto.
En el caso de la salud mental infantil, se realizarán estudios sobre el abuso o negligencia de padres y madres de cualquier sociedad; para ello, se efectuará un ensayo aleatorio y controlado en el que científicos investigarán la eficacia y el coste de un modelo de intervención para la salud mental de los niños de entre 0 y 5 años de edad en cuidados de acogida, evaluando cómo se traduce en pronósticos a los dos años y medio de edad.
Este consistirá en dar atención a pacientes durante el segundo y tercer trimestre de gestación con trastorno depresivo mayor.
Otra de las novedades que traen los ensayos clínicos para 2024, es el empleo de células madre embrionarias, para tratar enfermedades de tipo neurodegenerativo como el párkinson, una enfermedad que hasta 2019 afectó a más de 8.5 millones de personas.
Las terapias inmunológicas serán parte esencial para tratar a pacientes con melanoma, uno de los tipos más frecuentes y graves de cáncer. Para ello, se prevé llevar a cabo un ensayo clínico de fase 3 que probará una nueva estrategia coadyuvante de inmunoterapia frente al estándar actual, para mejorar la eficacia y seguridad en estas técnicas.
La medicina también tendrá avances importantes en cuanto a la vacuna contra la malaria, ya que se está probando la eficacia a largo plazo de un suero en uso, llamado R21, y que emplea características similares a las que han tenido éxito en vacunas como la del papiloma humano.
Las opciones para tratar la metástasis cerebral como complicación mayor del cáncer avanzado de mama, son mínimas; sin embargo, para este 2024 se espera que el ensayo clínico de un fármaco detecte la proteína HER2, que se encuentra en niveles elevados en quienes padecen cáncer de mama.
Agencias Internacionales.