La aparición de las células eucariotas se considera un importante paso evolutivo, ya que sentó las bases para la futura complejidad y variedad de la vida pluricelular, dando origen así a los reinos superiores (animalia, plantae, fungi y protistae).
Se conoce como célula eucariota a aquellas en cuyo citoplasma puede hallarse un núcleo celular que contiene el material genético (ADN), a diferencia de las células procariotas, cuyo material genético se halla disperso en el citoplasma, refiere un artículo reseñado por la Vicepresidenta Sectorial de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, Gabriela Jiménez Ramírez.
Las células eucariotas surgieron cuando sólo existían organismos unicelulares procariotas, mucho más simples y pequeños.
En todo ese proceso, tienen lugar los organismos eucariontes, cuyas células poseen un núcleo celular definido -contenedor del material genético de todo el ser viviente- los eucariontes integran todos los reinos de seres pluricelulares y unicelulares superiores: los reinos animal, vegetal, hongos y protista.
Esto evidencia la gigantesca biodiversidad que el desarrollo del núcleo celular permitió. Antigüedad de la célula eucariota
Las células eucariotas son antiguas, datan de 1400 a 1600 millones de años, de acuerdo al registro fósil existente; sin embargo, las procariotas fueron primero y las anteceden por varios millones de años, datando de 3450 a 3700 millones de años conforme al registro fósil.
Existen también los orgánulos celulares conocidos como la Mitocondria que generan la mayor parte de la energía química necesaria para activar las reacciones bioquímicas de la célula.
La energía química producida por las mitocondrias se almacena en una molécula energizada llamada trifosfato de adenosina (ATP). Estos orgánulos contienen su propio cromosoma (ADN).