Un estudio denominado “Decodificación de un Calendario Lunar Metónico representado en un Petroglifo Geométrico de la estación Capubana, en el Cerro de Santa Ana, estado Falcón, Venezuela”, expone nuevas líneas de investigación para estudiar y comprender los posibles calendarios rupestres lunares diseminados en el país.
El proyecto liderado por el ingeniero Enrique Acasio, surgió tras el hallazgo de un calendario astronómico lunar en el petroglifo geométrico cuadrangular en la estación de arte rupestre de la Península de Paraguaná, a propósito de los estudios arqueoastronómicos que se están realizando en esta zona desde el 2012.
En este petroglifo, el ingeniero aplicó como referencia argumental otros estudios similares, como el de Amador Rebullida y Conesa, descubridor y estudioso de observatorios prehistóricos.
Con estos antecedentes Acasio pudo realizar una debida lectura e interpretación de esta representación del ciclo de Metón, así como la construcción de los contenidos teóricos y el método a ser aplicado en otros calendarios lunares.
“Rebullida entregó la clave en esta investigación para entender el desarrollo y ejecución de estos calendarios basados en el período metónico (…) Este hallazgo es de suma importancia porque entrega una metodología propia y muy pertinente para lograr descifrar los instrumentos predictores ancestrales”, señala el texto.
Durante el desarrollo de la investigación, el autor estudió de forma seria, sistematizada y con gran objetividad las diferentes manifestaciones rupestres en el petroglifo, logrando minimizar el complejo calendario metónico y hacerlo funcional con un modelo más simplificado y entendible, que podrán ser aplicados en la serie de santuarios astronómicos descubiertos en Falcón.
“Con este innovador estudio se espera abrir nuevas líneas de investigación, y solidificar los trabajos relacionados con calendarios primigenios y su debida lectura e interpretación logrando con ello una objetiva decodificación y extracción del mensaje inherente en ellos”, refiere el artículo.
Acasio apunta que un calendario lunar, en su diseño y concepción, ejemplifica la conexión ontológica entre el hombre y el orden del universo. “Es un instrumento astronómico arcano para computar el tiempo basado en el ciclo metónico, el cual establece que el ciclo lunar es repetitivo y constante en periodos de 19 años”.
Afirma que el reencuentro del sol y la luna es de gran exención en el entendimiento de una parte del ciclo celestial, para su implementación en la vida social de las culturas pretéritas. Actividades como la caza, pesca, la cosecha, la siembra, la tala y otros están asociadas a los ciclos de los calendarios.
Este proyecto de investigación es uno de los ganadores del I Concurso de Artículos de Publicación Científica convocado por la Vicepresidencia Sectorial de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, en su primer aniversario.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Ghiccelle Chacín.