El estudio denominado “Cosecha de humedad atmosférica: Nuevos materiales y tecnologías bioinspirados para mitigar la escasez de agua”, problematiza sobre la necesidad de crear formas más eficientes y sostenibles de utilizar y gestionar este importante recurso natural, esencial para la vida de las especies.
La investigación fue una de las ganadoras del Primer Concurso de Artículos de Publicación Científica, realizado el pasado mes de julio, por la Vicepresidencia Sectorial de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud.
Esta iniciativa fue realizada por los investigadores del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), Alexander Briceño y Reinaldo Atencio.
En el estudio, exponen que, desde hace dos décadas, el Laboratorio de Síntesis y Caracterización de Nuevos Materiales del IVIC realiza potenciales aportes para el desarrollo de la cosecha de agua potable con base a la valorización de biomasa de una serie de herramientas carbonáceos, obtenidos bajo condiciones hidrotérmicas y su combinación con materiales emergentes como redes metal-orgánicas, redes orgánicas covalentes, hidrogeles, agentes desecantes, zeolitas y otros.
Los especialistas venezolanos detallan que a través de estos estudios se prevé desarrollar esta tecnología endógena en diferentes regiones de Venezuela.
Recuerdan que, aunque la superficie de la Tierra está constituida por aproximadamente 71% de agua, irónicamente la mayor parte no es apta para el consumo. Además, la crisis climática está generando grandes perturbaciones en los ciclos que regulan el agua pasando por sequías extremas a inundaciones severas, en combinación de la creciente demanda excesiva por parte de la industria y el consumo humano.
En ese sentido, los investigadores venezolanos señalan la importancia de la humedad atmosférica como alternativa para capturar agua a partir del aire.
“La cosecha de agua es un tema importante en la actualidad debido al creciente problema de escasez de agua en muchas partes del mundo. Consiste en recolectar y almacenar agua de lluvia y otras fuentes para su uso posterior, y se puede realizar de diversas maneras, desde recolectar agua de lluvia en techos y canaletas hasta construir presas y embalses para almacenar agua de ríos y arroyos. La cosecha de agua es especialmente útil en áreas con acceso limitado al agua o con suministros intermitentes, y también puede ayudar a conservar el agua y reducir la dependencia de los suministros de agua de la red pública”, refiere el artículo.
Explican que, actualmente, existen nuevos materiales más eficientes y económicos capaces de recolectar grandes cantidades de agua desde el aire, inspirados en la naturaleza, donde existen seres vivos que habitan en lugares inhóspitos y han desarrollado microestructuras especializadas para capturar la baja humedad disponible en estos ecosistemas.
Destacan que en la naturaleza hay múltiples ejemplos de esta práctica. Una de ellas son los escarabajos, que emplean sus alas para recolectar agua del aire, la almacenan y la usan mediante canales hidrofóbicos para hidratarse. Otros ejemplos, son los cactus, tejidos de arañas, agentes desecantes de la atmósfera como los serpentines de aires acondicionados, tuberías internas en suelos o bajo cultivos; y absorbentes inorgánicos como sílica gel, zeolitas, y alúmina activa.
Por tanto, los expertos consideran de gran valor difundir y socializar las nuevas herramientas que desarrolla el IVIC con las comunidades venezolanas, para fomentar la innovación y el uso de alternativas que favorezcan el ambiente y reduzcan la dependencia del suministro por la red de tuberías.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Ghiccelle Chacín.