Tras la reelección del presidente de la República Nicolás Maduro, el pasado 28 de julio, Venezuela vive un conjunto de situaciones de violencia, propiciadas por la extrema derecha venezolana que intenta desestabilizar el país.
Todas las acciones forman parte de operaciones psicológicas promovidas por cabecillas fascistas, que comprenden desde la difusión de propagandas incitando al odio, imposición de sanciones económicas y la promoción de un clima de confrontación política.
En general, se trata de una estrategia a largo plazo para influir en la política interna del país, manipular la opinión pública y crear un clima de inestabilidad. En este sentido, para el psicólogo social de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Fernando Giuliani, en estas guerras no convencionales confluyen factores psicológicos que determinan la respuesta violenta de estos grupos opositores.
Giuliani explicó que, actualmente, Venezuela vive un escenario de guerra no convencional, en donde convergen dos grandes vertientes: la guerra económica y las operaciones psicológicas.
En este sentido, comentó que las operaciones psicológicas son un conjunto de estrategias que, desde el punto de vista social, buscan generar diferentes o muy particulares estados psicológicos o tipos de emocionalidad, tanto individual como colectiva, y que tributan a generar un clima de profunda inestabilidad con fines políticos.
El experto indicó que «el gran objetivo de la guerra no convencional es generar unas condiciones internas de una determinada sociedad, de manera tal que se haga insostenible, por un lado, la gobernabilidad y, por otro lado, la convivencia». Eso va a generar condiciones para que haya un derrumbamiento, que haya un desplome del gobierno de turno».
Asimismo, destacó que la guerra no convencional y las operaciones psicológicas son planificadas.
«Estos no son elementos aislados que suceden como consecuencia natural de los hechos; están planificados. Ciertamente, una vez que se echan a andar, adquieren lo que llamamos autonomía funcional», explicó.
«Esta planificación, en el caso que nosotros estamos viviendo, arranca, básicamente, desde generar una expectativa en una parte de la población que no se iba a alcanzar y que no se alcanzó», dijo.
Indicó que las operaciones psicológicas generan zozobra, incertidumbre, frustración e impotencia. “Todos esos elementos combinados no tienen forma de volverlos a la racionalidad si tú los sigues atizando».
Giuliani comentó que todos esos estados de ánimo son muy difíciles de sostener en el tiempo, llevando al punto del hartazgo psicológico. Resaltó que esa frustración suele canalizarse hacia el odio, el prejuicio, el racismo, el clasicismo, entre otros. «El odio es un sentimiento que ningún ser humano siente de manera instantánea».
El experto comentó que para mitigar esta situación es necesario tomarse un tiempo para no estar expuesto al permanente bombardeo de las redes sociales y volver al diálogo en paz. «Cuidarnos entre todos y evitar que la conflictividad siga escalando, permitiendo que estos micro conflictos se apaguen antes de que nazca».
Además, indicó que buscar otras fuentes de información puede ayudar a tener una perspectiva más amplia y entender el momento político que vive Venezuela. Recordó que es importante cuidar a los niños y niñas de estas situaciones que pueden afectar su entorno. Finalmente, hizo un llamado a recuperar la capacidad del diálogo y la paz entre los venezolanos y venezolanas.